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Vol. 114. Issue 2.
Pages 102-107 (February 2023)
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Vol. 114. Issue 2.
Pages 102-107 (February 2023)
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Poroma. Estudio retrospectivo de 80 pacientes en un hospital terciario
Poroma: A Retrospective Series of 80 Patients at a Tertiary Care Hospital
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C. Moreno-Vílcheza, C. Torrecilla-Vall-Llosseraa, C. Llobera-Risa, C. Muntaner-Virgilia, R.M. Penínb, J. Marcovala,
Corresponding author
jmarcoval@bellvitgehospital.cat

Autor para correspondencia.
a Servicio de Dermatología, Hospital Universitari de Bellvitge, Barcelona, España
b Servicio de Anatomía Patológica, Hospital Universitari de Bellvitge, Barcelona, España
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Actas Dermosifiliogr. 2023;114:T102-T10710.1016/j.ad.2022.07.029
C. Moreno-Vílchez, C. Torrecilla-Vall-Llossera, C. Llobera-Ris, C. Muntaner-Virgili, R.M. Penín, J. Marcoval
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Resumen
Introducción

El poroma es un tumor anexial benigno exclusivo de la piel que tiene una predilección por la piel palmoplantar.

Objetivo

Analizar las características clínicas del poroma en nuestra población.

Material y métodos

Estudio retrospectivo de los pacientes con poroma diagnosticados entre 2002 y 2021. Se revisaron las historias clínicas para obtener los siguientes datos: edad, sexo, localización, número de lesiones, diámetro, tiempo de evolución, características clínicas de los tumores, diagnóstico clínico de sospecha, estado de los márgenes de resección, desarrollo de recidiva y tiempo de seguimiento. Las variables categóricas se compararon mediante la prueba exacta de Fisher. Las variables continuas se compararon mediante la prueba t de Student cuando se confirmó la normalidad de la distribución de datos. De lo contrario, se realizó la prueba U de Mann-Whitney.

Resultados

Se incluyeron 80 pacientes con poroma (31 mujeres y 49 varones, con una edad mediana de 65,5 años y rango intercuartílico [RIC] 29 años). La mediana del tiempo medio de evolución fue de 12 meses, RIC 21 meses y la mediana del diámetro 8mm, RIC 7. Ningún paciente presentó lesiones múltiples. Las lesiones se localizaron en la cabeza y el cuello en 13 casos, en el tronco en 13, en las extremidades superiores en 11 y en las extremidades inferiores en 43. Veintitrés lesiones (28,8%) se localizaron en piel acral (palmas 5, plantas 18). La localización en el cuero cabelludo fue más frecuente en el sexo femenino (p=0,041). Las lesiones acrales fueron con mayor frecuencia eritematosas (p=0,014). Cinco pacientes presentaron recidiva local.

Conclusiones

Aunque los poromas son especialmente frecuentes en la piel acral, sobre todo de los pies, en la mayoría de pacientes se localizan en otras regiones anatómicas (71,3%). El aspecto clínico clásico de lesión exofítica eritematosa se observa con una mayor frecuencia en las lesiones acrales.

Palabras clave:
Poroma
Poroma ecrino
Hidroacantoma simple
Hidradenoma poroide
Piel
Abstract
Background

Poroma is a benign, exclusively cutaneous, adnexal tumor with a predilection for palmoplantar skin.

Objective

To analyze the clinical characteristics of poroma in our population.

Material and methods

Retrospective study of patients diagnosed with poroma between 2002 and 2021. We conducted a chart review to record age; sex; number, location, and diameter of lesions; time since onset; clinical characteristics; suspected clinical diagnosis; resection margin status; recurrences; and follow-up duration. Categorical variables were compared using the Fisher exact test. Continuous variables were compared using the t test or the Mann-Whitney U test depending on whether they were normally or nonnormally distributed.

Results

We studied 80 patients (31 women and 49 men) with a median (interquartile range [IQR]) age of 65.5 (29) years. Median time since onset of poroma was 12 (21) months. Median lesion diameter was 8(7)mm, and none of the patients had multiple lesions. The lesions were located on the head and neck in 13 cases, the trunk in 13, the upper extremities in 11, and the lower extremities in 43. Twenty-three lesions (28.8%) were located at acral sites (5 on the palms and 18 on the soles). Women were more likely to have scalp lesions (P=.041). Acral lesions were more likely to be erythematous (P=.014). Five patients experienced local recurrence.

Conclusions

Although poromas are particularly common in acral locations (especially the feet), most of the lesions in our series (71.3%) were located elsewhere. Acral lesions were more likely to show the classic clinical features of erythema and exophytic growth.

Keywords:
Poroma
Eccrine poroma
Hidroacanthoma simplex
Poroid hidradenoma
Skin
Full Text
Introducción

El poroma es un tumor anexial benigno descrito en 1956 por Pinkus et al.1 que se desarrolla exclusivamente en la piel2. Tradicionalmente se ha considerado originado a partir de la porción intraepidérmica del conducto excretor de las glándulas ecrinas (acrosiringio)3. Sin embargo, actualmente se cree que puede tener un origen tanto ecrino como apocrino2,3 y que puede presentar diferenciación apocrina, sebácea y folicular3,4. En el pasado, según la ubicación de las células neoplásicas, los tumores poroides se dividieron en cuatro subtipos: hidroacantoma simple, poroma ecrino, hidradenoma poroide y tumor del conducto dérmico5. Sin embargo, la clasificación de tumores cutáneos de la OMS de 2006 considera estos términos como sinónimos y los agrupa bajo el término de poroma5.

Nuestro objetivo fue revisar las características clínicas de los poromas en nuestra población y analizar las posibles diferencias entre ambos sexos y entre distintas localizaciones.

Material y métodos

Realizamos un estudio retrospectivo sobre los casos codificados como poroma en la base de datos del Servicio de Anatomía Patológica de nuestro hospital entre 2002 y 2021. Se trata de un Hospital Universitario con 800 camas que proporciona asistencia a una población de aproximadamente un millón de personas. Se revisaron las historias clínicas de los pacientes para recoger los siguientes datos: la edad al diagnóstico (cuantitativo, años), el sexo de los pacientes («1» hembra, «2» varón), la localización de las lesiones («1» cabeza y cuello, «2» tronco anterior, «3» tronco posterior, «4» extremidades superiores, «5» extremidades inferiores), si asentaban en piel acral de manos y pies (piel de palmas, plantas y dedos con gruesa capa córnea y ausencia de folículos pilosos), el número de lesiones (cuantitativo), el diámetro del tumor (cuantitativo, mm), el tiempo de evolución al diagnóstico (cuantitativo, meses) y el diagnóstico clínico de sospecha («1» poroma, «2» verruga vulgar, «3» fibroqueratoma, «4» fibroma, «5» queratosis seborreica, «6» carcinoma basocelular). También se registraron las características clínicas del tumor: exofítico («1» sí, «2» no), en placa (1 «sí», 2 «no»), eritematoso («1» sí, «2» no) y doloroso («1» sí, «2» no), el tratamiento realizado («1» extirpación, «2» otros tratamientos), si la extirpación fue completa («1» sí, 2 «no»), el desarrollo de recidiva («1» sí, 2 «no») y el tiempo de seguimiento (cuantitativo, meses).

Los datos obtenidos fueron analizados con el paquete estadístico SPSS 17.0 para Windows. Se realizó inicialmente un estudio descriptivo y se analizó la normalidad de las variables cuantitativas. En el estudio analítico se realizaron comparaciones de los parámetros evaluados según el sexo de los pacientes y se compararon las características de los tumores localizados en piel acral (palmas y plantas) frente a las de otras localizaciones. Las variables categóricas se compararon mediante la prueba exacta de Fisher. Las variables continuas se compararon mediante la prueba t de Student cuando se confirmó la normalidad de la distribución de datos. De lo contrario, se realizó la prueba U de Mann-Whitney. La significación estadística se estableció para un valor de p<0,05.

Resultados

Se identificaron 80 pacientes a los que se les había extirpado una lesión con el diagnóstico histológico de poroma, durante el periodo de inclusión; 31 mujeres y 49 varones con una edad mediana de 65,5 años (rango intercuartílico [RIC]: 29 años). El tiempo de evolución del poroma en el momento del diagnóstico osciló entre 1 y 180 meses con una mediana de 12 meses, RIC 21 meses y la mediana del diámetro fue de 8mm, RIC 7. Ningún paciente presentó lesiones múltiples. Las lesiones se localizaron en la cabeza y el cuello en 13 casos, en el tronco en 13, en las extremidades superiores en 11 y en las extremidades inferiores en 43. Veintitrés lesiones (28,8%) se localizaron en piel acral (5 en las palmas de las manos y 18 en las plantas de los pies). Las lesiones eran clínicamente exofíticas en 75 casos mientras que los 5 casos restantes fueron placas superficiales. En 15 casos las lesiones estaban clínicamente ulceradas, en 24 se describieron como eritematosas y en 10 pacientes las lesiones eran dolorosas. En 3 casos las lesiones se describían como pigmentadas en la historia clínica. Los diagnósticos clínicos más frecuentes fueron fibroma (14 casos), verruga vulgar (12), carcinoma basocelular (12), fibroqueratoma (8), queratosis seborreica (7) y poroma (6). El tratamiento realizado fue la extirpación quirúrgica en 54 pacientes, mientras que el resto de lesiones fueron tratadas mediante electrocoagulación después de la confirmación histológica. La extirpación del poroma fue completa en 46 de los 54 casos extirpados. Solamente 5 pacientes presentaron recidiva local, todos ellos tras una extirpación incompleta. El tiempo de seguimiento de los pacientes osciló entre 1 y 144 meses, con una mediana de 3 meses, RIC 10.

La figura 1 muestra el aspecto clínico de algunas de las lesiones.

Figura 1.

Aspecto clínico de los poromas. a-c) Lesiones acrales de coloración eritematosa. d) Lesión exofítica inespecífica en el dorso del dedo del pie. e) Placa marronácea en el tronco. f) Lesión exofítica en el cuero cabelludo.

(0.26MB).

La tabla 1 muestra la comparación de las características clínicas de los pacientes entre el sexo femenino y el masculino. Únicamente se detectaron diferencias estadísticamente significativas en la localización en el cuero cabelludo, que fue más frecuente en el sexo femenino (p=0,041).

Tabla 1.

Características clínicas de los 80 pacientes con poroma según el sexo

80 pacientes  Mujeres 31 (38,66%)  Varones 49 (61,34%)   
Edad al diag. (años)       
Mediana 65,5 RIC 29  Mediana 62 RIC 28  Mediana 63 RIC 23   
T. evol. al diag. (meses)       
Mediana 12 RIC 21  Mediana 14 RIC 19  Mediana 12 RIC 27   
Localización (80 tumores)
Cabeza y cuello 13 (16,25%)  8 (25,81%)  5 (10,20%)  p=0,041 
Cuero cab. 10  Cuero cab. 7  Cuero cab. 3   
Cara 2  Cara 0  Cara 2   
Cuello 1  Cuello 1  Cuello 0   
Tronco 13 (16,25%)  5 (16,13%)  8 (16,33%)   
Anterior 6  Anterior 3  Anterior 3   
Posterior 7  Posterior 2  Posterior 5   
Extremidades sup 11 (13,75%)  5 (16,13%)  6 (12,25%)   
Brazo-anteb. 3  Brazo-anteb. 2  Brazo-anteb. 1   
Mano 8  Mano 3  Mano 5   
Extremidades inf. 43 (53,75%)  13 (41,94%)  30 (61,22%)   
Muslo-pierna 17  Muslo-pierna 4  Muslo-pierna 13   
Pie 26  Pie 9  Pie 17   
Piel acral 23 (28,75%)(mano 5, pie 18)  7 (22,58%)  16 (32,65%)   
Diámetro (mm)       
mediana 8 RIC 7  Mediana 6,5 RIC 5  Mediana 10 RIC 7   
Exofítico 75 (93,75%)  28 (90,32%)  47 (95,92%)   
Placa 5 (5,25%)  3 (9,68%)  2 (4,08%)   
Ulcerado 15 (18,75%)  6 (19,35%)  9 (18,38%)   
Eritematoso 24 (30,00%)  11 (35,48%)  13 (26,53%)   
Doloroso 10 (12,50%)  5 (16,13%)  5 (10,20%)   
Exéresis completa 46/54 (85,19%)  21/21 (100%)  25/33 (75,75,%)   
Recidiva local 5/80 (6,25%)  2 (6,45,%)  3 (6,12%)   

La tabla 2 muestra las características clínicas de los tumores localizados en piel acral (palmas y plantas) en comparación con las del resto de lesiones. El 52% de las lesiones acrales fueron eritematosas frente al 21% en el resto de localizaciones (p=0,014). El resto de comparaciones no detectaron diferencias significativas.

Tabla 2.

Comparación entre los poromas de localización acral y el resto de poromas

80 pacientes  Acral 23 (28,75%)  Resto 57 (71,25%)   
Edad al diag. (años)       
Mediana 65,5 RIC 29  Mediana 64,5 RIC 20  Mediana 63 RIC 29   
T. evol. al diag. (meses)       
Mediana 12 RIC 21  Mediana 10 RIC 22  Mediana 24 RIC 30   
Diámetro (mm)       
Mediana 8 RIC 7  Mediana 8 RIC 5  Mediana 10 RIC 8   
Exofítico 75 (93,75%)  23 (100%)  52 (91,23%)   
Placa 5 (5,25%)  0 (0%)  5 (8,77%)   
Ulcerado 15 (18,75%)  4 (17,39%)  11 (19,30%)   
Eritematoso 24 (30,00%)  12 (52,17%)  12 (21,05%)  p=0,014 
Doloroso 10 (12,50%)  4 (17,39%)  6 (10,53%)   
Exéresis completa 46/54 (85,19%)  11/12 (91,67%)  35/43 (81,40%)   
Recidiva local 5/80 (1,22%)  3 (13,04%)  2 (3,51%)   

Al comparar las características clínicas de las lesiones según la localización destaca que las lesiones de la región de la cabeza y el cuello se desarrollan a edades más jóvenes (47,1 DE 13,78 vs. 65 DE 14,88; p=0,001) y que en esta región anatómica ninguna lesión fue descrita como eritematosa (frente al 36,37% en el resto de localizaciones, p=0,007).

Discusión

El poroma es un tumor relativamente común que no tiene predilección étnica2,3. Suele aparecer a una edad media o avanzada5 y es más frecuente en el sexo masculino (1,5:1)2,3,5. En concordancia con estos datos extraídos de la literatura, en nuestro estudio la edad mediana de los pacientes fue de 62,5 años y el 61,3% de casos correspondieron a varones (1,6:1).

Según la mayoría de textos de Dermatología el poroma puede localizarse en cualquier parte de la superficie corporal, pero es especialmente frecuente en palmas y plantas2,3,6 a diferencia de otros tumores anexiales que tienden a concentrarse en la región de la cabeza y el cuello3. En algunas series se han descrito localizados en las regiones distales de las extremidades en el 65% de casos7. Sin embargo, en otros estudios la localización palmo-plantar no ha sido tan frecuente. En un estudio sobre 101 pacientes solamente el 33% de lesiones se localizaron a nivel palmo-plantar (11 en palmas y 22 en plantas)5. De acuerdo con este estudio en nuestra serie hemos observado 23 poromas de localización acral (28,8%, 5 en palmas y 18 en plantas). Aunque estos datos sugieren que no es tan frecuente en piel acral como se consideraba anteriormente, es evidente que tiene predilección por la piel palmo-plantar puesto que aproximadamente el 30% de los poromas aparecen en un área cutánea de superficie muy limitada en comparación con la superficie corporal total. La elevada densidad de glándulas ecrinas en la piel palmo-plantar podría explicar esta predilección.

Según la literatura el poroma puede presentarse como una lesión muy superficial en forma de placa o como una lesión exofítica papulosa o nodular2. Puede ser del color de la piel normal, rosada o marronácea, con superficie lisa o verrucosa, en algunos casos ulcerada8. Generalmente se trata de una lesión única, de crecimiento lento, que puede alcanzar 1-2cm de diámetro3. Ocasionalmente puede estar pigmentado. En nuestra serie, solo 3 casos se describieron como pigmentados en la historia clínica e incluyeron en el diagnóstico diferencial clínico el nevus melanocítico y/o el melanoma. Según Betti et al., el color eritematoso es el color más común de las lesiones de poroma5. En el presente estudio, en 24 casos (30%) las lesiones eran eritematosas, especialmente las localizadas en la piel acral. Algunos estudios destacan que los poromas pueden ser dolorosos2,6, dato que se detalló en la historia clínica de 10 de nuestros pacientes (12,5%).

El diagnóstico diferencial es amplio por lo que el poroma no siempre se diagnostica clínicamente, siendo las lesiones eritematosas localizadas en palmas y plantas las más propensas a ser diagnosticadas correctamente5. En nuestro estudio también la mayoría de tumores que se diagnosticaron correctamente eran acrales y eritematosos. Para el diagnóstico clínico de las lesiones no acrales puede ser especialmente útil la dermatoscopia. La presencia en la dermatoscopia de un patrón vascular polimorfo compuesto por vasos lineales irregulares, lagunas rojas, vasos glomerulares y vasos en horquilla se ha descrito como el patrón característico del poroma9. Sin embargo, la presencia de varios tipos de vasos puede apreciarse también en el carcinoma epidermoide, el melanoma amelanótico y el porocarcinoma9.

Se han descrito varios casos de poromas múltiples (poromatosis), especialmente en pacientes con linfomas o leucemias. En algunos casos se desarrollaron en áreas de piel previamente irradiada y en otros tras tratamiento con quimioterapia10. Los poromas múltiples pueden estar limitados a la piel acral o pueden ser generalizados10. También se han descrito durante el embarazo11. En nuestro estudio no hemos detectado ningún paciente con lesiones múltiples.

El poroma puede presentar degeneración maligna a porocarcinoma. En el estudio de Robson et al.12, el 18% de porocarcinomas aparecieron sobre un poroma preexistente. Se ha estimado que la degeneración maligna suele producirse después de un tiempo medio de evolución del poroma de 8,5 años13. A pesar de ello el riesgo de transformación maligna del poroma es muy bajo, por lo que no se considera necesaria la educación del paciente sobre el riesgo de transformación maligna2.

Recientemente se ha observado que la expresión inmunohistoquímica de NUT se detecta en el 32% de poromas y porocarcinomas, especialmente en el hidradenoma poroide y el hidradenocarcinoma poroide, mientras que es negativa en otros tumores anexiales14.

El tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica pero la destrucción de la lesión con crioterapia o electrocoagulación puede ser también de utilidad en lesiones superficiales2,3.

Las limitaciones del presente estudio son que se trata de un estudio observacional retrospectivo y el limitado número de pacientes.

En resumen, aunque los poromas son especialmente frecuentes en la piel acral, en la mayoría de nuestros pacientes se localizan en otras regiones anatómicas. Se trata de tumores benignos que cuando se desarrollan en la piel palmo-plantar se presentan como lesiones exofíticas eritematosas y en estos casos el diagnóstico puede sospecharse clínicamente. Sin embargo, en otras localizaciones pueden adoptar formas clínicas muy variadas con un diagnóstico diferencial muy amplio y un diagnóstico clínico más difícil.

Financiación

No tenemos ninguna financiación para este trabajo.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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