Dos pacientes con insuficiencia renal crónica en hemodiálisis presentaban fiebre. El primer caso era el de una mujer de 53 años que consultó por una placa necrótica, dolorosa e indurada, en la cara anterior del muslo derecho de 20 días de evolución (fig. 1a). En las pruebas de laboratorio destacaba: calcemia 8,6mg/dl y hormona paratiroidea 569pg/ml. La tomografía computarizada observó áreas calcificadas en el tejido celular subcutáneo de la lesión, y la biopsia cutánea fue diagnóstica de calcifilaxis. Se trató con tiosulfato sódico 20mg/48h y meropenem 500mg/12h sin mejoría y fallecimiento. El segundo caso era el de un varón de 56 años que consultó por una placa infiltrada, dolorosa, con una ampolla central de contenido seroso y base necrótica en la cara lateral del muslo derecho (fig. 1b). La histopatología observó una paniculitis necrosante y en el cultivo de la biopsia cutánea creció Pseudomonas aeruginosa. Fue diagnosticado de ectima gangrenoso y tratado con ciprofloxacino 250mg/12h durante 10 días con curación. La calcifilaxis y el ectima gangrenoso en pacientes con insuficiencia renal crónica son enfermedades infrecuentes, debidas al hipoparatiroidismo secundario y la inmunosupresión, respectivamente. Ambas son dolorosas, suelen acompañarse de fiebre y en estadios iniciales las manifestaciones clínicas son similares, por lo que su reconocimiento es importante para evitar retrasos terapéuticos.
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