Un varón de 74 años, sin antecedentes patológicos de interés, fue derivado a nuestro servicio para evaluar una lesión en el pie derecho de 18 meses de evolución que le dificultaba la deambulación. No tenía antecedentes personales ni familiares de interés. No refería viajes previos, contacto con animales, picaduras de insectos o toma de fármacos.
Exploración físicaSe observó una lesión nodular única, excrecente y ulcerada, de 2,5×2cm de diámetro, en la cara medial del primer dedo del pie derecho (fig. 1). Refería molestias y sangrado ocasional al caminar. El resto de la exploración fue normal.
HistopatologíaEn el estudio con hematoxilina-eosina (fig. 2) se objetivó una lesión dérmica bien circunscrita no encapsulada, con unos lóbulos celulares, unas estructuras tubulares ramificadas y un estroma fuertemente hialinizado. Presentaba 2 poblaciones celulares entremezcladas: una con el citoplasma eosinófilo y los núcleos grandes y centrales; otra con el citoplasma claro y los núcleos más pequeños y excéntricos.
Otras pruebas complementariasEl estudio ecográfico (fig. 3) reveló una zona quística, de límites bien definidos y con un refuerzo acústico posterior. El Doppler presentaba una mínima actividad en su periferia.
¿Cuál es el diagnóstico?
DiagnósticoHidradenoma nodular.
Tratamiento y evoluciónSe realizó una exéresis completa, sin recidivas hasta la actualidad.
DiscusiónEl hidradenoma nodular es un tumor benigno infrecuente derivado de la porción distal de las glándulas sudoríparas, también conocido como hidradenoma de células claras, mioepitelioma de células claras o acrospiroma ecrino, entre otros1. Hasta hace una década se creía que era una neoplasia derivada de las glándulas sudoríparas ecrinas, pero hallazgos recientes (secreción por decapitación, continuidad folicular, producción de mucina o expresión de GCDPF-15 con técnicas inmunohistoquímicas) orientan más hacia un origen apocrino2.
Generalmente aparece en la cuarta o quinta década de vida, siendo excepcional en niños, con una incidencia ligeramente mayor en mujeres que en hombres. Tiene predilección por la cabeza, cuello, tronco y extremidades, aunque puede presentarse a cualquier nivel3.
Carece de características clínicas distintivas. Habitualmente se presenta como una lesión nodular o sólido-quística de crecimiento lento, de 0,5-2cm de diámetro y normalmente asintomática. A veces drena un material seroso o sanguinolento. La piel que lo recubre es normal o atrófica, y de coloración rosada, naranja, marronácea, rojo-azulada3, y puede, al igual que en nuestro paciente, estar ulcerada.
Histológicamente se presenta como una tumoración nodular bien circunscrita y no encapsulada, predominantemente dérmica, pudiendo extenderse a la hipodermis. La epidermis suele estar respetada, aunque en ocasiones presenta conexiones con ella o incluso la reemplaza, recordando al poroma ecrino.
Tiene una población celular bifásica en la que es común la transición entre los 2 tipos celulares. En algunas áreas presenta células redondas, fusiformes o poligonales, con el citoplasma eosinófilo y el núcleo redondo u ovalado; en otras zonas se observan células claras con el citoplasma claro y el núcleo pequeño, oscuro y excéntrico4.
Puede mostrar características atípicas como un pleomorfismo nuclear, hipercromatismo, células gigantes y una actividad mitótica aumentada, denominándose en estos casos hidradenoma atípico2. Estos hallazgos se correlacionan con un riesgo de recurrencia mayor y un potencial maligno, por lo que se recomienda reintervenir realizando una extirpación amplia y un seguimiento más frecuente del paciente. La exéresis implica su curación en la mayoría de los casos, pese a lo cual se recomienda un seguimiento del paciente para descartar la improbable, pero posible, transformación maligna de la lesión3.
La importancia de conocer esta enfermedad radica en su amplio diagnóstico diferencial, que incluye tumores benignos (otros tumores anexiales, dermatofibroma, quiste epidermoide…), y malignos, como el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular o el melanoma, como ocurrió en nuestro caso.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.